¡Hasta siempre, Euskaltel-Euskadi!

Este 2013 será recordado por el esplendoroso Giro de Vincenzo Nibali. Por la contundente victoria de Froome en el Tour. Por la sorprendente Vuelta que se llevó Horner. Será recordado también por los triunfos de Fabian Cancellara en Flandes y Roubaix. Por la segunda victoria consecutiva de Joaquim Rodríguez en el Giro de Lombardía. También por el Mundial ganado por Rui Costa y que tan cerca tuvieron los nuestros. Por muchos momentos de ciclismo que nos ha dejado este año, en fin. Pero pienso que, por encima de todo, este 2013 será recordado porque lamentablemente ha sido el último año de existencia de un equipo que ya es legendario y por el que todos los amantes al ciclismo sentimos una sincera admiración: el Euskaltel-Euskadi. Toca despedir al equipo de la marea naranja. A la escuadra de la pasión y la entrega. A la que ponía color en cada ascensión de montaña. A la de la mejor afición del mundo. Toda decir adiós a un equipo con 20 años de historia. Nos toca lamentar que nada se haya podido hacer para mantener en pie a un equipo ciclista que, aunque suene a tópico prestado de otro deporte, era mucho más que un simple equipo ciclista. 

El ciclismo, lo decíamos ayer hablando de Juan Antonio Flecha, es mucho más que palmarés. Las emociones transmitidas, esa pasión única que ofrece este deporte, el espíritu aguerrido, el carisma de corredores y equipos. La entrega de la afición. Todos esos intangibles, esos sentimientos que no se aprecian en los libros de victorias, pero que están ahí, tienen mucha más importancia que todo lo demás. Y es exactamente eso lo que hará inolvidable al Euskaltel-Euskadi. Lo que nos ha enamorado de él durante todos estos años, lo que nos ha hecho adorarle independientemente de dónde fuéramos (aquí, un madrileño). Un equipo con una filosofía única, con la mejor afición del mundo. Es más, un equipo ciclista con afición propia, de todo el equipo, algo poco frecuente en nuestro deporte, donde suele ser más habitual que uno sea aficionado de este o aquel ciclista. 

El palmarés no lo es todo, nunca lo fue. No siempre es lo más importante. Muchas veces, de hecho, el resultado es algo secundario. Pero también de eso, de buenos resultados y grandes victorias, puede presumir el Euskaltel-Euskadi en estos años de historia. 3 etapas en el Tour de Francia, otras 3 en el Giro y 19 victorias en la Vuelta. En 2001 conquistó Roberto Laiseka la primera victoria del conjunto vasco en el Tour de Francia. Un hito en la historia de la escuadra naranja. Aquel triunfo sensacional en la mítica cumbre de Luz Ardiden. En 2003, la victoria en la Grande Boucle la aportó Iban Mayo, gran escalador y líder del conjunto naranja durante varias temporadas. Conquistó Alpe d´Huez y fue sexto en la general final. Todo eso en un año descomunal para Mayo, ya que además ganó la general de la Vuelta al País Vasco (más tres etapas), fue segundo en la Lieja-Bastoña-Lieja y ganó el prólogo y la cuarta etapa de la Dauphiné Liberé. La tercera etapa que ganó el equipo vasco en el Tour de Francia llegó de la mano de Samuel Sánchez en 2011, también en la cima de Luz Ardiden, como la victoria de Laiseka que vemos en la imagen. 

En el Giro de Italia, las tres victorias del Euskaltel-Euskadi son recientes. En 2011 ganaron dos etapas seguidas (la 14º y la 15º) Igor Antón y Mikel Nieve. Dos jornadas memorables de alta montaña en la que estos dos escaladores lograron alzar los brazos en el Monte Zoncolan y en Gardeccia/Val di Fassa. Un día que sin duda pasará a los anales de la historia ciclista. En la Vuelta Ciclista a España, el Euskaltel-Euskadi se ha prodigado más en victorias, con un total de doce etapas. Samuel Sánchez ha ganado cinco etapas en la ronda española: una en 2005, otra en 2006 y tres en la edición de 2007. Igor Antón ha ganado cuatro: una en 2006, dos en 2010 y una muy especial en 2011, con llegada en Bilbao delante de toda la afición vasca y en la edición en la que la Vuelta volvía a Euskadi. 

Otras victorias del equipo naranja son el Dauphiné Libéré de Íñigo Landaluze en 2005, la Vuelta a Suiza de Aitor González ese mismo año y el Campeonato de Zurich de Samuel Sánchez, también en 2005. El campeonato de España contrarreloj de Íñigo González de Herida en 2006 fue otra gran victoria. Por último, dos triunfos espectaculares de Samuel Sánchez: su oro en los Juegos Olímpicos de 2008 y su merecida y ansiada Vuelta al País Vasco en 2012. 

Hablar del equipo vasco sin hacerlo de Miguel Madariaga, su padre, sería injusto y quedaría totalmente incompleto este artículo. El 17 de junio de 1993 nació la Fundación Ciclista de Euskadi, gracias al impulso de Madariaga, entonces mánager del equipo aficionado de Beyena, y el político José Alberto Pradera, que era diputado general de Vizcaya. Sin duda, es innegable y también debe ser reconocido el apoyo permanente y durante todos estos años que las instituciones vascas han dado al equipo ciclista. Se puso en marcha la fundación con la intención de formar a la cantera vasca. Sólo podían formar parte de la escuadra ciclistas nacidos en los territorios históricos de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava o Navarra, o ciclistas de fuera que llevaran algunos años en categorías inferiores de equipos vascos (es el caso, por ejemplo, del asturiano Samuél Sánchez). Esta filosofía la ha mantenido el equipo hasta el último año, cuando se decidió dar entrada a corredores extranjeros para lograr puntos en el ranking UCI que permitieran mantener a la escuadra en la categoría UCI World Tour. 

En 1994 nació el equipo ciclista profesional con el nombre de Euskadi. El maillot entonces no era naranja (aún no era patrocinador el Euskaltel), sino de culote negro y un maillot rojo, verde y blanco. Agustín Sagasti dio al Euskadi su primer triunfo, al ganar el sector matinal de la quinta etapa de la Vuelta al Pais Vasco de ese año. El equipo pasó por apuros económicos  en 1995, que solventó la Diputación de Vizcaya con un crédito puente. En 1997 entra como patrocinador el Euskaltel, por lo que el equipo adopta la denominación actual. Un hito en la historia del conjunto ciclista, pues la entrada de esta empresa de telecomunicaciones le otorga una tranquilidad financiera que le era totalmente desconocida hasta ese momento. En sus primeros tiempos, el maillot no era todavía naranja, sino azul con el número 050 de Euskaltel. En 1998 llegó como director deportivo Julián Gorospe, otro nombre imprescindible para entender la historia de la formación. 

En el año 2001, por primera vez, el Euskaltel-Euskadi recibe una invitación de la organización del Tour de Francia para correr la Grande Boucle. Como decimos, se estrenó con victoria gracias al triunfo de Roberto Laiseka en Luz Ardiden. En 2005 llega a la secretaría técnica Igor González de Galdeano, exciclista. Fue contratado por Madariaga. En 2006, González de Galdeano promueve la salida del equipo de Gorospe. Tampoco se renueva ese año a Iban Mayo, que parte hacia Saunier Duval. Jon Odriozola, director entonces del filial Orbea, pasa a ser director deportivo del Euskaltel-Euskadi. Estará dos años, hasta que en 2009 es Igor González de Galdeano quien asume ese puesto. En 2011 se marcha, pero sólo por un año, ya que vuelve para el proyecto nuevo que se construye a final de 2012 y supone el cambio de filosofía tradicional, que no generó pocas críticas y descontentos. Lamentablemente, la situación financiera ha acabado con el equipo, que no ha podido encontrar un nuevo patrocinador. Se planteó la posibilidad de que el piloto Fernando Alonso comprar la licencia pero, por discrepancias en las negociaciones, finalmente se rompió el principio de acuerdo que habían alcanzado. Es el final de una historia bella y apasionante de ciclismo. El comienzo de una leyenda. Que nadie dude que se seguirán viendo maillots naranjas en las carreteras. Como aún se ven maillots de equipos clásicos y legendarios. Nunca se olvidará al Euskaltel-Euskadi. ¡Eskerrik asko por todos estos años! ¡Hasta siempre!

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